jueves, 31 de marzo de 2016

Minería romana en Laias (Cenlle, Ourense). Canal de desagüe.





Canal romano en Laias (Cenlle, Ourense) que desagua en el río Miño, ubicado frete al balneario de Laias.

Pertenece a la explotación minera secundaria que existe en este lugar (Campo do Cabalo). Aunque el yacimiento minero se da por muy alterado o destruido todavía pueden verse los frentes de explotación y las toneladas de guijarros procedentes del lavado de los depósitos fluviales que contenían el mineral. Es un elemento arqueológico curioso y desconocido, en proceso de permanente deterioro  (se ha producido recientemente un derrumbe en una zona anexa). Pese a su vistosidad y gran tamaño permanece semi-escondido entre la vía del ferrocarril y la maleza.

Puede observarse todavía la estratificación en los sedimentos del fondo del cauce artificial de esta estructura minera.

Grobas, una explotación minera en Carballino (Ourense).



Al sur de O Penedo y con el característico nombre de Grobas se encuentra una antigua explotación minera hoy enmascarada en parte por los movimientos de tierra, las canteras y la vegetación. El lugar en el que se encaja el río Varón tiene todas las características necesarias para incluirse dentro de los lugares señalados como mineros dentro del catálogo arqueológico de O Carballiño.



Formalmente es un gran socavón o "groba" en el que se eliminó roca en busca de un mineral. El término "groba" o "grova" se refiere en Galicia a los vacíos que en el terreno dejan las explotaciones auríferas, generalmente romanas, de las que hay varios ejemplos en este término municipal. Este claro marcador toponímico junto con la coincidencia en lugar de una falla en la que se encaja el río y que permite la intrusión de minerales asociados al final de la consolidación del granito (diques de cuarzo) hace pensar en presencia de una explotación minera de oro.


Cabuerco Vedado, ¿una explotación minera cerca de Peña Trevinca?.



Este zanjón se encuentra en el término municipal de Porto (provincia de Zamora) unos dos kilómetros al sur de Peña Trevinca y a poco más de dos kilómetros del embalse de Vega del Conde, en el paraje denominado Cabuerco Vedado según el mapa 1:25000 del IGN. Sus coordenadas en datum ETRS89 son 29T 683280  4677250.

Se trata de una zanja excavada en el terreno de dirección aproximada este-oeste y de 300 metros de longitud. Su anchura máxima es de 25 metros y en algunos puntos puede sobrepasar los 15 metros de profundidad. Del centro de esta zanja parte otra de dirección noreste-suroeste de 190 metros de longitud. Por el fondo de ambas zanjas fluyen cursos de agua que drenan el valle de origen glaciar situado aguas arriba. Las zanjas se sitúan justamente en el final de un valle de origen glaciar colgado sobre el valle del río Tera (el cual también posee origen glaciar).




Geológicamente el zanjón se encuentra excavado en la Formación neis glandular Ollo de Sapo, que en esta zona constituye la base del Ordovícico Inferior, datada en unos 485 millones de años. Se trata de un neis caracterizado por la presencia de grandes cristales de feldespatos, así como por la presencia de cristales de cuarzo azul.

Unas zanjas de estas características, aunque actualmente son utilizadas por la red fluvial de la zona, no son de origen natural. No existen en los valles cercanos zanjas similares originadas por la erosión fluvial. Por otro lado, los pocos miles de años pasados desde la retirada de los hielos de la última glaciación no han sido suficientes para que un curso de agua genere por erosión una estructura de esta magnitud. Así mismo se trata de estructuras demasiado rectas y de caja muy cuadrangular como para ser originadas por erosión. Todo esto hace pensar que son estructuras mineras.

El tamaño de las zanjas excavadas nos hace pensar en la extracción de una mena muy rentable, oro, no estaño que sería la otra posible mena extraída y que es de menor rentabilidad por lo que no realizaban obras tan grandes para su beneficio. El lugar, a 1650 metros de altitud, y alejado de todo núcleo de población conocido, también nos induce a pensar en una minería muy rentable para la época romana, la de oro.

Geológicamente la presencia de oro en este lugar se puede justificar si lo que se explotaba eran diques de cuarzo en los cuales puede haber diseminado oro, y los romanos lo sabían bien, explotando por la zona otras minas de estas características en todo el noroeste de la península, y en particular en la zona del Bierzo y de la Cabrera, a unos kilómetros al norte de este punto. La presencia de un dique de cuarzo en esta zona no sería rara, ya que unos kilómetros al oeste existe un granito porfídico biotítico que en sus últimas fases de consolidación magmática podría haber generado estos diques. Por toda la zona se observan otros diques y venas de cuarzo, algunos de tamaño cartografiable. Algunas de estas venas podrían estar generadas por exudación, pero algunos dique son claramente intrusivos, por lo cual posiblemente mineralizados.



En la zona no se observan canales ni depósitos de agua que hubiesen dado servicio a la explotación minera. Aguas arriba de la mina se encuentran las lagunas de Piotorta, en el collado que separa este valle del nacimiento del río Bibei. Estas lagunas pudieron suministrar agua a la explotación. Curiosamente la laguna de mayor tamaño (coordenadas UTM 682415  4676570) nutre con sus aguas al río Bibei (cuenca del Sil-Miño) y al río Tera (cuenca del Duero). Podría llegar a pensarse, aunque no se puede demostrar, que el canal que drena esta laguna hacia el este, hacia la cuenca del Tera, es de origen artificial para abastecer de agua la mina, y que la laguna originalmente solo daba sus aguas al río Bibei.

La ausencia de escombreras de la mina puede ser debido a que el material debía ser molido muy fino para poder extraer el oro, por lo que la ganga era fácilmente arrastrable por los arroyos que discurren por la explotación, máxime cuando ha habido casi 2000 años para realizar este arrastre. Justamente aguas abajo de la explotación existe una loma alargada sobre el fondo del valla del río Tera que pudiese ser una escombrera. No puede serlo ya que sobre existe sobre ella un bloque errático, una roca de gran tamaño movida por el glaciar, por lo que la loma tiene  bastantes más miles de años que la posible mina.

Montepartido, una explotación minera en Fontedoso (Montederramo, Ourense)



Nos encontramos ante una mina de oro primaria asociada a un dique de cuarzo. Para llegar al mineral se procedió a rebajar un afloramiento rocoso que corta transversalmente una loma localizada entre dos arroyos (Rego do Barazal a poniente y Rego de Groil a naciente). La zanja excavada tiene una orientación este-oeste, siendo el límite este el propio regato, mientras que hacia el oeste supera el arroyo de Barazal, modificado su cauce, para continuar hacia poniente hasta más allá de la pista, existe una zanja secundaria a continuación de la zanja principal. El arroyo que discurre al oeste parece alterado en su curso pues atraviesa una roca con indicios de haber sido fracturada para tal fin.
La mina se encuentra en las coordenadas UTM datum ETRS89 624100  4678100 a 1170 metros de altitud. La longitud de la zanja realizada es de 700 metros, con 30 metros de anchura y una profundidad máxima estimada de 18 metros.





Junto esta zanja se localiza otra más pequeña al norte de unos 70 metros de longitud. Además de los cortes en el terreno se puede apreciar posibles estructuras asociadas al sur de la mina principal, especialmente dos rebajes convergentes que se dirigen hacia la zanja desde el sur, pero a una cota más baja, aun así no excluimos la posibilidad de que sean aportes de agua. También se aprecia una loma que delimita un terreno aterrazado, no sabemos si se corresponde con anexos de la mina o con estructuras más modernas. Estimamos que podría ser un depósito o captación de agua.

En esta primera aproximación no se localizó ningún depósito de escombro o de estériles en las proximidades del corte aunque cabe la posibilidad de que se encuentren próximos a los cauces fluviales que limitan la corta minera y desaguan hacia el norte.
 
A la vista de lo anterior estamos ante una explotación minera de gran entidad que dejó un espacio vaciado de 250.000 m³.

Geológicamente la mina se encuentra enclavada en la Formación Cuarcita Armoricana del Ordovícico Inferior (datada en unos 475 millones de años). En esta zona la formación presenta una alternancia de cuarcitas y esquistos. La presencia de diques de cuarzo en la zona no está cartografiada, pero no sería nada raro, ya que en la zona existen bastantes generados por intrusiones desde los granitoides que afloran tanto al norte como al sur de la zona de la mina.







No obstante persisten los problemas relativos a las escombreras, necesariamente cercanas y voluminosas que no se encontraron en los estudios a pié de explotación, así como tampoco se localizaron las áreas de procesado de los materiales. Resulta evidente que el desalojo de tal cantidad de material precisaría de una cuidadosa planificación. aunque tenemos sospechas de que algunas formas topográficas próximas pudieran corresponder con acumulaciones artificiales de rocas, carecemos de pruebas concluyentes para afirmarlo contundentemente.

El trabajo en esta mina debió realizarse de forma manual y con herramientas de hierro o acero. La utilización de "picos" y mazas mineras de granito o incluso de cuarzo queda descartada por la dureza de las rocas trabajadas (cuarzo y cuarcitas) que hacen inviable el uso de estas herramientas.
En lo que respecta al empleo de agua como factor principal de erosión en este tipo de minas también queda en entredicho tratándose como dijimos de rocas de extrema dureza y resistencia, excepto que tratemos de periodos de tiempo excesivamente largos.


Tampoco localizamos molinos de mineral semejantes a los vistos en las explotaciones de Pino de Oro (Zamora) o en la Sierra de la Groba (Pontevedra), ni creemos que tales estructuras por su capacidad de procesado puedan relacionarse con una explotación romana de gran tamaño, sino con la explotación de pequeñas minas quizá de origen indígena.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Mina romana de Cova da Moura, en Pinheiro Velho (Portugal).



La mina de Cova da Moura[1]es un yacimiento recogido como una explotación romana de oro en el inventario arqueológico de la Direção Géral  do Património Cultural de Portugal con el  Código Nacional de Sitio (CNS) 18996. Esta mina de tipo secundario se encuentra dentro del Parque Natural de Montesinho, kilómetro y medio al sureste de la localidad de Pinheiro Velho (Quirás e Pinheiro Novo, Vinhais. Bragança), a menos de dos kilómetros de la frontera española. Se trata de un excavación de magnitud media con una superficie de aproximadamente 2,5 hectáreas y realizada en los materiales de una terraza fluvial situada a más de 100 de altura sobre el río que la generó (un afluente del río Assureira). Esta terraza que se sitúa entre los 790 y 810 metros de altitud, está formada por una matriz arcillosa en la que se localizan cantos de cuarcita, esquistos y cuarzo redondeados de distintos tamaños. Cabe destacar que la mayor parte de esta terraza ha desaparecido, quedando solamente las “murias” o escombreras formadas por sus cantos de mayor diámetro. Otros materiales de la terraza han sido desplazados ladera abajo por las labores mineras para despejar el área de trabajo.

Toda la mina es similar en cuanto a geología y sistema de explotación a la mina de o Viso, en el concello ourensano de Ramirás[2], pudiendo establecerse un paralelismo completo en lo relativo a la ordenación del espacio y de las estructuras mineras, localizándose los mismos elementos generados por los mismos procesos. Se observan al norte de la explotación canales y depósitos de agua utilizados para las labores mineras así como los pequeños embalses que, escalonados en el arroyo situado al sur de la corta, son necesarios para hacer decantar los materiales. En la mina de o Viso la terraza se asienta sobre granitos, mientras en este caso lo hace sobre esquistos y cuarcitas de la Formación Paraño, perteneciente esta al parautóctono de la Zona Galicia-tras-os-Montes (o Complejo Esquistoso Galicia-tras-os-Montes).
A unos 700 metros al noreste[3] se encuentra otra labor minera de media hectárea de extensión con un método de laboreo muy similar. En este caso puede identificarse el socavón generado y también las escombreras pero no los materiales de terraza, pudiendo que todos estos hayan desaparecido por la acción minera o que en este caso se explotaran materiales coluviales de la ladera (en la cual se encuentran bastantes diques de cuarzo). Aunque esta explotación no está descrita ni recogida en el inventario portugués, estimamos que su origen es el mismo que el de la próxima mina de Covas da Moura aunque, dado que  ambas explotaciones se localizan dentro de un espacio protegido, no se han recogido muestras ni realizado bateos de comprobación.
 
En lo referente a la ocupación romana de la zona tenemos que remitirnos a los inventarios y cartas arqueológicas existentes que no recogen indicios de asentamientos romanos próximos o anexos a la mina, si bien esto no puede entenderse como una ausencia de lugares relacionados con la misma dada la complejidad y parcialidad inherente a todo registro arqueológico. Unos 800 metros al este de la explotación mayor se encuentra el denominado en la cartografía Monte Crasto[4]que a pesar de su nombre no parece albergar ningún tipo de asentamiento y mucho menos estructuras defensivas que suelen destacar especialmente sobre la superficie, y que si se aprecian en el más distante Castro de Cisterna[5] (CNS 1605) el cual de ser contemporáneo en alguna de sus etapas de uso con la explotación podría proporcionar parte de la mano de obra necesaria. Los asentamientos romanos parecen ser más abundantes en la parte española a tenor de lo que puede deducirse de la información recogida en el inventario de yacimientos arqueológicos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, referido a los Concellos de A Gudiña (Pentes y  Barxa) y A Mezquita (Chaguazoso y Esculqueira) dónde aparecen varios asentamientos, unos catalogados como hábitats galaico-romanos y otros como castros con presencia de materiales romanos. De entre todos los vestigios destacaría por su singularidad el túnel de As Minas, no recogido en el inventario, pero evidente resto de la minería de oro que pese amostrar un tamaño menor al conocido “Tunel de Montefurado” en el río Sil (Quiroga, Lugo), tiene un planteamiento e intención similar: secar un meandro para aprovechar el mineral del lecho arenoso.


[1] UTM ETRS89  29T  657600,4645870.
[2]González Carballo, J.M. y González Clavijo, E.J. "Minería romana en terrazas fluviales del río Arnoia. La mina de O Viso en Ramirás", en Boletín Auriense.Tomo XLV. Museo Arqueológico de Ourense. 2015. P.p. 41-61.
[3] En las coordenadas del mismo datum 658150  4646350
[4] Los términos crasto y castro pueden utilizarse como sinónimos en portugués y en las áreas fronterizas españolas.
[5] Denominación esta que podría tener también una relación directa con alguna estructura minera.